-Emmett me comentó que estás últimas semanas ha estado yendo al freedom más de lo necesario, un gran indicio de que está tratando de olvidar algo- añadió Rose con una sonrisa cómplice. Negué fervientemente intentando no hacerme ilusiones con sus palabras, aún si todo eso fuese verdad ¿Qué podía hacer si él no quería verme?
-Así que Bella, aquí estamos tus hadas madrinas- ambas se abrazaron teatralmente alzando sus brazos como alguna clase de voz en off las hubiese presentado –Así que ahora moverás ese trasero que cautivó a mi amigo hacia la bañera y te darás un baño que limpie hasta tú conciencia- sonrieron magistralmente.
-¿Y eso por qué?- me enfurruñé cruzándome de brazos.
-¡Nos vamos al Casino!- gritaron las dos entusiasmadas y yo enarqué una ceja.
-¿Al casino?- puse mala cara –No tengo nada de suerte y no tengo que ponerme- me defendí como pude. No tenía ánimos de salir y el poco helado que me quedaba comenzaba a derretirse.
- Ya sabes lo que dicen “Mala suerte en el amor, buena suerte en el juego”- acotó Rosalie pero mi ánimo decayó aún más. Alice le dio un codazo por la costillas mirándola feo.