Hoy me enorgullece mencionar a mi querida Rosa que es oficialmente Beta.
Ella es quien se toma la molestia y se hace un tiempo para corregirme las faltar ortográficas. Sin ella Último Vuelo no sería ni la mitad de bueno de lo que me han hecho saber, porque leer una historia y encontrar fallas desanima a cualquiera a seguir leyendo.
Tengo que decir que gracias a ella mi ortografía personal ha mejorado montones, y es muy importante para la vida diaria.
Mi Rosa tengo que decir que cuando leí el artículo me llene de emoción.
Infantilmente grité “¡Ella me corrige a mí!”. Lo sé, fue momento de inmadurez.
Ojala y todas dejaran su granito de arena agradeciéndole a Rosa por su labor. Y les aseguro que no es menos.
En general las Betas están detrás de una historia y no muchos lo ven pero es un gran esfuerzo seguir las ideas que uno tiene, mejorarlas cuando uno se bloquea con frases que no puede sacar.
En lo personal Rosa no es mi Beta…es una gran amiga.
-Si no quieres hablar conmigo por las buenas, será por las malas- estábamos llegando a un auto gris plata. Intenté zafarme de él haciendo un escándalo mayor–Quédate tranquila- protestó y me tomó como si fuera un saco de papas.
Me subió a su auto y antes de procesar siquiera en bajarme, él ya lo había puesto en marcha.
-Esto es absurdo- mascullé molesta –Espero que le digas a tu noviecita que esto es responsabilidad tuya porque no quiero que me envíen a otro país- lo fulminé con la mirada y él me observó como si no supiera de que estaba hablando.
-Ella y yo terminamos hace unos meses ya- sentencio despreocupado.
-Me alegro por ella-le sonreí burlonamente.
-Terminé con ella porque te extrañaba. Te extraño- dijo volteando su rostro hacia mí.
-Isabella hasta que das señales de vida- suprimí las ganas de rodar los ojos, solo me había perdido un par de días. Bueno casi una semana pero no era el fin del mundo.
-Disculpe que no le haya contestado Sr. Carter pero mi padre sufrió una embolia pulmonar y viajé de inmediato a verlo. El señor Cullen está al tanto de todo y él me a autorizado a ausentarme estos días- me excusé con mi jefe quien asintio con la cabeza.
-No tienes que darme explicaciones de eso Isabella, lo comprendo perfectamente. Hablé personalmente con Edward Cullen quien me explico en la situación que estabas y de paso yo le expliqué la tuya- lo miré sin entender.
-¿Lo mió?- pregunté con una ceja alzada.
-Pensé que ya lo sabrías. La señorita Denalí se reincorpora como azafata de Cullen`s Ltda. Y tu puedes volver a los vuelos comerciales- sentí que los colores abandonaban mi rostro. Simplemente imposible.
Edward no callaría una información como esa.
A menos claro que era lo que estaba esperando para sacarme de encima.
-Oh- contesté un poco contrariada -¿El señor Cullen acepto de inmediato?- pregunté asustada.
-Eso tendrá que preguntárselo directamente a él, sé que solicitó una reunión con la señorita Denalí por el reingreso- el corazón comenzó a martillearme aceleradamente -¿Hay algo que debería saber Isabella?- preguntó entre curioso y preocupado.