-¡¿Qué?!- pregunté y me regañé por haber elevado la voz –Disculpe, es que no le entiendo- dije nerviosa.
-Cómo lo has oído Isabella, yo te ayudaré a encontrar a los asesinos de tu padre. Te ayudaré a ser la mejor agente y llegado el momento, conseguirás tu anhelada justicia y la paz interior- sonrió como un padre le sonríe a un hijo. Poco a poco comencé a relajarme de verdad y sonreí agradecida –Eso si- alzó su mano sacándome de mi trance de felicidad –Esto no puede saberlo nadie, pero absolutamente nadie- su semblante se ensombreció levemente –Yo te brindaré mi ayuda por el cariño que le tuve a Charlie y porque considero que no fue justo que cerraran su caso. Yo muy bien sé que no fue un accidente pero como director no puedo inmiscuirme- asentí comprendiéndolo completamente.
-No sé por dónde comenzar- mi voz sonaba tan ansiosa que inhalé fuertemente para relajarme.
-Por el momento, es fundamental que aprendas todo lo que te enseñaran aquí. Desde la teoría hasta la práctica. Lucian Carter te enseñará todo el concepto teórico que necesites, desde las armas a manejar tus conocimientos ya adquiridos en psicología y perito. Edward Cullen te enseñara toda la parte practica, desde el manejo de las armas hasta la lucha cuerpo a cuerpo, y créeme porque él es el mejor- asentí entusiasmada y ávida por aprender –Yo intentaré recopilar información, poco a poco para no levantar sospechas en el consejo y te las daré en su debido momento. No podemos cometer ningún error en esto- asentí frenéticamente.