
-¿Tanto te molesta estar junto a mi?- preguntó deteniendo mi búsqueda con su mano puesta en mi muñeca. Levanté la mirada para encontrarme con sus ojos tristes.
-No es eso Edward es solo que es frustrante saber que no me crees. ¡Entre Jake y yo no hay nada!- volví a repetir más cabreada tomando mi cabeza entre mis manos.
-No te creo- Edward me tomó por los hombros empujándome hasta la pared más cercana.
-Es la verdad, ya estoy cansada de intentar que me creas. Allá tú si no lo haces- intente apartarlo pero su fuerza era mayor.
-¡Pruébalo!- exigió con su rostro a escasos centímetros del mío. Mi cuerpo reaccionó ante su cercanía. Mis labios me escocían por querer tocar los suyos y las manos me ardían por querer sentir su piel. ¡Estúpida reacción!
-No tengo porque probarte nada maldito desconfiado- lo golpee en el pecho con todas mis fuerzas, con toda mi frustración, mis celos y mi cólera por saber que había estado con otras mujeres mientras yo no hacia más que pensar en él.
-Quédate conmigo esta noche- pidió de pronto dejándome inmóvil.